Una despedida sin un adios

Hoy es un día oscuro, llueve, y sin embargo las gotas de lluvia me traen tú recuerdo, tú sonrisa a mi mente, como es atraído un pedazo de metal por un imán, hoy te extraño más que cualquier otro día, el amor ha comenzado a dañar las paredes de mi corazón vacío, y es que el vacío tan inmenso que has dejado es imposible de llenar. 


Te fuiste en una tarde polvosa y caliente, vienes a mi en una tarde de invierno, con los cielos cerrados y retornas en cada gota que abate mi alma, ¿como te perdí? ¿por qué a mi? esas serán mis dos preguntas eternas, hoy bajo el gris de mi cielo te las vuelvo a repetir, sé que no puedes escucharme, ya no estás más en mi vida, en éste valle donde corren rios de un eterno dolor, lo único que me libera es escribirte, cada vez que lo hago siento volar, no hay cielo que no pueda surcar, es verdaderamente lo más cerca que puedo estar del paraíso, de tí.


Hoy es un día triste, el cielo llorá dejando caer en cada gota los sentimientos encerrados de tantas almas que vagan bajo su manto, él ha percibido mí pesar, mí dolor infinito, el de la pérdida, el de un adiós sin palabras, un adiós sin despedida, solo el dolor que ha crecido como hierva en nuestros corazones. Te amaré toda la vida, aunque ya no estés más conmigo, mi cuerpo será templo para tu recuerdo, en mi corazón vivirás.. hasta que yo al fin me haya ido.....