El único lugar en el que encontré la paz

Bueno, creo que mi vida a cambiado, han pasado tantos eventos últimamente, que ya no soy yo. Ya no quiero pelear, ya no quiero estar solo, me he dado cuenta que la vida debe ser mas de lo que le he exigido, sé que no puedo atarme a un lindo fantasma, a un recuerdo de algo bello que viví,  se que ya no me quieres, de nada vale ya que te piense, la verdad siempre te quise, pero hoy debo dar la vuelta, no quiero convertirme en un estorbo, ni en una piedra que te haga tropezar, tienes muy bien definidos tus objetivos, y eso esta bien, me alegra que mires mas allá que como lo haría cualquier persona, me siento orgulloso de ti, se que llegarás muy alto, ojala y tenga la misma suerte. Hoy siento una gran tristeza, talvez es por eso que me disculpo, y se que he perdonado a muchas personas, lo siento en mi corazón. La llama que estaba encendida hoy se ha apagado, no sé que fue. Solo vienen a mi mente imágenes de tiempos muy queridos, de rostros, de lugares, todavía puedo escuchar voces que hace muchos años se apagaron, risas de momentos felices, hasta bromas, no se porque estaré recordando tan profundamente, pareciera que en este instante esta pasando toda mi vida como si de una película se tratase, puedo recordar muchas cosas, algunas de mi juventud, algunas de mi niñez, siento que se me salen las lagrimas, pero así debe ser, llorar para que por medio de esas gotas de lluvia pueda sanar en algo mi alma, encontrar la paz, así como la estoy dando, que todo aquel que me recuerde sea con rostro sereno, ya pasó ese ímpetu de juventud, hoy me reclama la tierra, y mientras pienso esto, escucho una vieja canción que me remite a una época especifica de mi existencia.  Mañana iré por última vez a un sitio que para mi fue un altar, un lugar de peregrinación, si no llegará a bajar, y alguien te preguntará si sabes adonde estoy, diles lo que acabo de decirte, de un lugar en donde siempre encontré la paz, en el único sitio en donde mi alma se funde con el cielo azul, en donde escucho el rugir del viento frío entre los árboles, en un lugar en el que podría quedarme por siempre. Es el único sitio que mi alma añora.