Ocaso de un payaso triste
A través de mi ventana puedo ver el ocaso de mi vida, cierro los ojos y escucho los ruidos alegres de niños jugando, risas que se marchitan con el correr de los días, recuerdos de amores infantiles, de un circulo de amor incondicional que se ha marchado ya, como extraño los días dorados de mi juventud, hoy solo vivo en un mundo de fantasmas, de personas irreales, que solo habitan en mi mente y en mi corazón. Los años han de pasar rápidamente y con ellos mis últimos días, recuerdos, tiempo amado que ahora solo hiere mi corazón. Recordar es volver a vivir, y yo vivo esos instantes que hacen rodar mis lagrimas. ¡Si! Fui tan feliz, que el presente es solo el remedo de mis mas caras ilusiones. Muchas personas me desprecian, nunca supieron lo grande de mi amor, de lo que pude ser capaz por este sentimiento, opaco ahora, sin el mas mínimo brillo, ya no hay sueños que compartir, ni historias que contar, en el libro de la vida solo fui una mancha, para que decir lo que hoy embarga a mi corazón. Eso ya no tiene importancia, ni creo que exista alguien a quien pueda importarle. La magia de vivir acabo, el payaso triste de circo se marcha, llevando a cuestas sus desgracias, su dolor, el tormento, y un mundo desolado por seguir.El ocaso ya ha comenado a sentirse, pronto caera la noche.
Oscar Alberto Maldonado V.
Hondureño
Oscar Alberto Maldonado V.
Hondureño
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