Un propósito

Dulce sueño, siento mucho haberte herido, siempre estás en mi mente, si te digo que te he olvidado, te miento, tengo la suficiente humildad para decirte estás palabras, la suficiente hombría para reconocerlo. Hoy te mire tan bella, no lo digo por adular, solo te
digo mi verdad, y así como esté blog se reusa a desaparecer, así te siento en mi corazón. Descuida, eres la madre de mi linda hija, no eres una persona cualquiera, eres muy especial. Hablando sinceramente no estoy derrotado, sería mentira reconocer esto, y aunque digas que no me quieres, yo ayudaré a que sanen tus heridas, que vuelva nuestra amistad, nuestra alegría, la felicidad por nuestra hermosa hija, y que será una meta en común, nunca te culparé de nada, has tenido en muchas cosas la razón, lo acepto. Pero hay alguien que debe estar por sobre todos nuestros problemas y diferencias, hagamos las paces, nuestra hija es primero. Y realmente te mire muy linda. Nuevamente te pido con humildad que me disculpes, puedes insultarme todo lo que quieras, al fin y al cabo, siempre serás muy especial.