La lluvia

Hoy hablamos por teléfono, me moría de las ganas de saber de ti y de Laura, a la vez sentía un pequeño miedo, rezaba por no escuchar palabras que vulneraran mi corazón, así que me arme de valor y marque tu teléfono, me alegró mucho escuchar tu voz, te sentí alegre, eso me entusiasmo, pero ese momento mágico solo duro unos instantes, me dijiste que no querías ayuda económica de mi parte, eso atravesó mi corazón, no sabes la tristeza que siento, hoy se que sin decirlo, me terminaste de sacar de la vida de mi hija, me has hecho llorar esta despedida, hasta el cielo me acompaño en mi amargura, es la segunda vez que me hieren de tal manera, la primera fue con justa razón, la segunda no me lo esperé nunca, lo único que te diré es que te deseo lo mejor del mundo, me has quitado lo que pudo ser la mayor alegría de mi vida. Hoy que el tiempo me devuelve la razón y me doy cuenta de mi soledad, creo que será mejor que me quede así, solo, no volveré a llamarte, ni a escribirte, mucho menos estar en tu presencia, está será mi ultima comunicación contigo. Se que alguien te ha envenenado el alma, puedo percibirlo,  ha de ser alguien que sufre de un complejo y quiere que los demás la acompañen en su eterna amargura. Por mi parte acepto mi destino, has querido ser madre y padre a la vez, me hiciste a un lado de mi hija, no me inmiscuiré mas en tu vida, ya no tiene caso el hacerte entender que era a mi a quien me refería, se que no todo el tiempo estaré atravesando los problemas que me tienen inactivo, siempre habrá un mejor mañana, quien te dijo que me quedaría así. Se que saldré adelante, lastima que nunca lo sabras. Hoy te digo adiós, un largo y eterno adiós. Te agradezco por esos bellos momentos que vivimos juntos, esos pasan a mi baúl de recuerdos, al igual que yo, pasaré de lejos por tu memoria.  Disculpa que te haya escrito, no quiero incomodarte, pero no quería que me esperes pensando que alguna tarde llegaré, porque no será así. Hoy muere este amor, para dar paso al olvido.