El verdadero significado de la felicidad

La verdadera felicidad es aquella que sale de nuestro corazón, la cual regalamos al mundo de distintas maneras, al tenderle la mano al necesitado, al escuchar los problemas de otros, pero sin juzgar a nadie, siempre contagiar amor, ¡Sí! El amor es un sentimiento que se contagia, lo mismo que la
felicidad, las ganas de vivir, y todo viene de una sola mano, la de Dios, no saben lo feliz que me siento al haber reflexionado por años y sentir que Dios nunca me abandonó a pesar de mis “rabietas”, pero como dice la Biblia, nosotros pedimos de una mala forma, siempre queremos que nuestros caprichos sean escuchados primero y no pensamos que en nuestro interior hay un gran caudal de luz para el mundo. 

No tomaré esto que les digo desde un plano religioso, aunque citaré algunas partes de la Biblia, esto lo haré porque muchas personas “huyen” cuando se le habla de religión. No debemos creer que “somos felices” porque otra persona nos brida ese sentimiento cálido y dulce, que nos hace sentir seguros y al cual nos aferramos como a una tabla, en medio del Océano. 

El verdadero valor de la felicidad se encuentra en brindarle ayuda a un ser que anda perdido, que camina sin saber cual será su puerto de llegada pues anda en la oscuridad, es de está forma que nuestro espíritu comenzará a brillar, a crecer y se fortalecerá.

Si comparamos la aureola de una persona feliz con la de una persona triste, habrá un gran cambio entre ambas (Científicamente probado). La felicidad se regala, no se espera a que alguien nos la brinde. Si tu amas de verdad a alguien, demuéstralo con pequeños detalles, y veras que se construyen grandes cosas. 

Si te mantienes en el camino de la felicidad, está formará parte de los corazones de quienes te rodeen. Es tan agradable  tener a tu lado a personas que ya conocen el camino de la felicidad, irradiando luz al mundo,  luz que disipa las sombras y hace de tu vida y la de quienes conforman tu universo un autentico paraíso. 

Nunca te amargues con los problemas, si estos tienen solución, la encontrarás, en cambio si no tienen solución, déjalos a Dios, que él de una u otra forma los solucionará. Trata de Vivir con lo que tienes, porque el hombre más rico y feliz del mundo no es el que más pertenencias materiales posee, sino, el que menos las necesita. 

Encomienda a Dios todos tus problemas, todas tus angustias, ya sean éstas de dinero, de amor, de soledad, porque él tiene algo guardado para ti, y nadie de nosotros conoce los misterios de nuestro creador, dicen que Dios escribe sobre líneas torcidas, y su auxilió vendrá cuando tu dejes de pelear las batallas y sea él quien las tome. La Felicidad se resume en estás tres simples palabras, Amor, Bondad y perdón.